Mi Esposa y yo, en ocasión de celebrar un hecho muy significativo para nuestras vidas, decidimos viajar a Bariloche en la segunda semana de febrero’23. Nos hospedamos en el Hotel Ayres del Nahuel, en dos periodos, porque también teníamos previsto visitar Esquel- Chubut. El Hotel, tiene una ubicación muy céntrica. A media cuadra del Lago Nahuel Huapi, a dos cuadras y media del Centro Cívico, y a media cuadra de av. Mitre. No es un hotel grande, dispone entre otros servicios, wifi, cocheras. El costo por noche, estuvo acorde a nuestras posibilidades económicas. Las habitaciones en que estuvimos alojado en ambos periodos (6to. y 7mo. piso), eran con vista a la calle, amplios ventanales, de una de las ventanas podíamos ver el lago. Las cuales disponen de un muy buen sistema de insonorización, que minimiza los ruidos exteriores. Son habitaciones muy cómodas y confortables. Con baños zonificados. Con TV, horno microonda, cafetera, anafe eléctrico, caja de seguridad. Con calefacción central, sistema de radiadores, con control temperatura en la habitación. El desayuno está incluido, el cual es simple, pero cumple. Muy buena la limpieza. El personal en términos generales, muy amables y atentos. Mas allá de ello, deseo destacar a algunas personas. La Sra. Laura, encargada de servir el desayuno, siempre muy servicial y sonriente. Fue una buena manera de comenzar cada día. Mauricio, el recepcionista de la mañana, siempre predispuesto a satisfacer nuestros requerimientos. Y, por último, Rodolfo, que fue la persona con la cual tuvimos mayor contacto en hotel y que es el recepcionista de la tarde/noche. Quien además de ayudarme a salvar un error en la fecha de reserva del primer periodo estadía, nos quedó de él, como grato recuerdo, la agradable sensación de haber estado con un amigo. En síntesis, en el Hotel Ayres del Nahuel, nos sentimos muy bien, es un lugar al cual volveríamos. Y sin dudar, lo recomendamos a todas las personas que están en la búsqueda de alojamiento en Bariloche.
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