El lugar es maravilloso. Un entorno natural muy bien cuidado. El hotel tiene dos partes. En nuestro caso nos tocó la parte antigua y la verdad que todo increíble. Habitación amplia, bien equipada, cama súper cómoda. La primera consumición del frigobar es gratuita como los alfajores, masitas y una botella de vino. El paseo por la bodega es fantástico para conocer cada rincón. La atención del personal es súper predispuesta y amena. Un día a la semana hacen un evento en el Fogon y , además, de ser un momento de intercambio con s otros huéspedes, te permite comer algo calentito. Comimos pastelitos y tortas fritas junto con mate. El restaurant está en reforma, pero igual ofrecen comida. El desayuno excelente y variado. Nuevamente, destacó, la preocupación de todo el personal para que la estadía sea genial.
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