Somos una familia de seis: abuelos, padres y dos niños. Nos alojamos en las tres habitaciones de la parte superior. Limpieza impecable de la habitación y baños, construcción moderna y nueva, camas cómodas, aire acondicionado en todas ellas. El alojamiento está a 5 min. andando del centro de Viñales. El pueblo es bonito y acogedor. Nos recibieron Sonia y Adalberto que nos ayudaron desde el minuto 1 que llegamos. Nos recomendaron excursiones, nos ayudaron con el cambio de moneda y la reserva de taxi. Hicimos la excursión a caballo por el valle del silencio, incluyendo explicaciones sobre la fabricación del tabaco, ron, miel, etc. Nos llovió un poco e hizo la experiencia aún más especial. Respecto al desayuno también formidable con abundante comida y jugos naturales, café con leche, huevos... Si algún día volvemos a esta parte de Cuba volveríamos a este alojamiento sin duda. Si viene algún familiar o amigo se lo recomendaremos sabiendo que les va a gustar sin duda. Muchas gracias!!!
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