Es una pena que estuviera prácticamente vacío, jueves, primeros de marzo….. pero… el bar, cafetería, sala de la chimenea me fascinó. No es rústica, que suele ser más acogedora, pero Esteve muy a gusto… una pena no poder disfrutar mas porque solo estaba yo. La habitación, muy muy correcta, falta que la tv la cuelguen, pequeño destelle, sin más. Amplia, con una cama grande de doble colchón. La terraza, está bien, buenas vistas, pero no las suelo usar. El personal encantador. Y el breakfast… pues tenía buena pinta, demasiadas cosas para la poca gente que había. Volveré seguro
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