Como bar/restaurante sí tiene un nivel aceptable. Pero como Hotel ha sido una auténtica decepción. Estuvimos tres noches en julio/agosto y nuestra experiencia no ha sido buena. La atención ha sido manifiestamente mejorable. Falta de profesionalidad y de una atención mínima al cliente. - Su página web no está actualizada. Los precios son superiores. (180 euros tres noches sin derecho a desayuno) - Las camas son de baja calidad. De hecho la primera noche las patas de la cama no estaban ajustadas (bailaban) y hubo que cambiarla a la mañana siguiente. Una noche en una cama móvil, como en una película de posesión infernal. - No tienen servicio de habitaciones. Dan por hecho que el baño no lo limpian y no hay cambio de toallas/sábanas ni tampoco limpian la habitación. Inaudito en un hotel. Por lo que nos dijeron, hay que solicitarlo expresamente, con el inconveniente de que casi nunca hubo nadie en el hotel que lo pudiera hacer y la única llave que tenían era la que nos dieron. - A nuestra partida tampoco había nadie de personal en el hotel. Llamamos por tfno, pero tampoco, por lo que tuvimos que dejar la llave en el mostrador de recepción. - Con todos esos inconvenientes en nuestra estancia, no tuvieron un solo detalle, disculpa, etc. Creemos que un lugar que se publicita como hotel debería cuidar todos estos aspectos. No se puede cobrar una habitación a precio de hotel y reducir los servicios al mínimo. Tanto el precioso pueblo de Jimera de Líbar como los clientes del Hotel Inz Almaraz merecen algo mejor.
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