Hosteria y Restaurante Miramar

Fui con mi familia y fue una pésima experiencia, por la atención de una mesera (Paulina), desde el primer momento nos atendió alterada, enojada y llegó a ser prepotente. Éramos 9 personas y nos colocó en una mesa pequeña , le pedimos cambiarnos a una más grande y se molestó, desde ahí una seguidilla de malos momentos con ella, incluso nos llevó botellas de bebida sin abrir, no teníamos cómo destaparlas, no nos quiso servir las típicas sopaipillas que dan al principio porque no habíamos pedido plato de fondo aún, etc etc etc. En ningún momento le levantamos la voz. Lo peor que hemos ido varias veces y nunca nos había pasado con los otros meseros. Pésima atención.

Visitamos la hosteria después de por lo menos 20 años. Se mantiene la calidad de la comida. Alojamos 3 noches, la habitación es modesta pero cómoda. El restaurante tiene un linda vista al mar y acceso a la playa. Recomiendo el ceviche de reineta, realmente delicioso, los pejerreyes fritos, lo más tradicional de este local, muy bien preparados, exquisitos, la reineta a la plancha, el caldillo de corvina. De postre las papayas al jugo de la zona son muy ricas. El alojamiento con pensión completa resulta muy conveniente y les aseguro que no podrán comer todo lo que ofrecen, siempre a la carta. Muy pero muy recomendable.