Prada a Tope - Palacio de Canedo

Un lugar que nunca defrauda. Su larga historia y su entorno hace que sea único. Maravillosa la atención por parte de los camareros y muy rica la comida. Productos típicos de la zona del Bierzo que son propios y elaborados por ellos. Ideal para también quedarse a dormir en una de las habitaciones del hotel rural, que está un piso más arriba del restaurante También dsiispone de cafetería, tienda de productos propios, museo, bodega.... En fin. INIGUALABLE

Me parece un sitio precioso con una restauración del edifico increíble. La atención del personal, el entorno y la comida hacen del lugar, un sitio para repetir muchas veces.

Es una salvajada lo que cobran por un café con leche de lo más normalito. Teniendo Cacabelos al lado lo tenían que tener en cuenta. Está enfocado al turista y no a la gente cercana. No me pillaran más. Menuda clavada. Salimos de allí asustados , la verdad

Hemos estado alojados en una de las habitaciones del palacio y la verdad que todo fenomenal,habitacion muy bien decorada entera de madera con unas vistas increibles a las viñas. Un unico puntito negativo de la habitacion es que escuchabamos el murmullo y la musica del restaurante. Teniamos desayuno incluido.Desayuno buffet correcto con una seleccion de cosas muy ricas ,aunque por el precio alomejor un poquito escaso. Hicimos visita guiada y cata que es muy recomendable, comimos en el restaurante el menu degustacion y nos encanto(lo que nos parece excesivo es el precio de las bebidas,vino caro para ser el vino de la propia bodega) Personal muy atento y agradable aunque estaban un poco desbordados por la cantidad de gente que habia por Semana Santa.

Estuvimos en una de las habitaciones superiores y la verdad es que muy sorprendentes por su decoracion, es necesario cambiar la television por otra mas moderna, pero este es un tema menor. La visita a las viñas y las catas muy agradable y bien llevada por Pilar, que ademas de las vistas atiende la tienda y la recepcion del hotel (un ejemplo de profesionalidad que esperamos valore Prada), nuestro agradecimiento por su trato siempre cordial. El resto, el museo historia de Prada curioso y es un auto homenaje a su vida un poco excesivo pero respetable conociendo a Prada, las intalaciones de preparacion y envasado de productos curioso, las bodegas bien e interesantes, la cafeteria exterior agradable pero a mi gusto aprovechan que solo puedes tomar algo alli en 6 kilometros a la redonda. La tienda surtidisima pero en algunos productos y vinos muy caros, y ya por ultimo el restaurante bonito pero defrauda la calidad de producto (lo siento pero es mi impresion que dejaré en el apartado restaurante pormenorizado)para el precio y sobre todo las expectativas que te crean, el problemaces que si te quedas a dormir es casi obligado quedarte a cenar En resumen, muy recomendable el hotel y la visita a las viñas, pero justito para pasar un fin de semana distinto. Seguro que volveremos otro fin de semanaca ver si esra vez acertamos con los platos de la carta.

El lugar es Espectacular , la naturaleza es primordial para Prada, el entorno y la historia que hay detrás de este palacio es único. La manera de explotar y trabajar el producto autóctono también, de echo hicimos la cata con Pilar y fue de verdad increible como alguien te transmite la pasion de su comarca! Ya que estabamos nos quedamos a comer y el menú y la comida que se ofrece es de 10 y por supuesto su gran Vino Volveremos seguro ya que mi pareja Zai es de Ponferrada! Mi enhorabuena a todo el equipo!

Un sitio diferente, hay que conocerlo . Las habitaciones son todas diferentes con una forma muy particular de estar amuebladas. La comida es muy buena típica del Bierzo, y los vinos de Prada también buenos aunque a mí modo de ver están un poco subidos de precio. El entorno con sus viñedos y bodega muy bonitos.Tambien tiene un pequeño museo donde se ve la vida y trayectoria de su dueño el Sr Prada.

Hemos pasado la Semana Santa en este lugar y todo ha sido satisfactorio. El entorno es genial , rodeado de viñedos y cerezos en flor en las fechas cuando estuvimos . Por las mañanas es un tranquilidad absoluta solo se escuchan los pájaros. La habitación tenía buen tamaño al igual que el baño, demasiado rústica para mi gusto. La limpieza buena y el desayuno estupendo todo producto casero y abundante.