Guest User
March 30, 2023
Nos hemos alojado ya un par de veces en este sitio. Algún malintencionado podría decir que es un chiringuito piscinero con vistas pero es más: hay sitio para aparcar de sobra, las habitaciones son acogedoras y bien equipadas, sin lujos asiáticos y sí, sin secador de pelo, pero en pleno invierno estaban calientes cuando llegamos. Además, en el restaurante nos atendieron muy bien las dos veces: croquetas de boletus y carne de venado, buen vino y muy buen servicio. En la primera visita, en diciembre, estábamos solos y había de todo en cocina. De vistas, no hay nada que añadir: se ve el mundo, sentado y tomando algo en la terracita. Me gustaría pasar una noche de verano para ver estrellas pero estará lleno de chavales y uno ya no busca ese tipo de vacaciones. Volveré en otoño a recorrer los montes.
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